El 31 de octubre, los más pequeños tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia única en el centro comercial, donde pintaron su propio monstruo junto a KFC, celebrando Halloween de una forma divertida y creativa. Con sus disfraces más originales y espeluznantes, cada niño recibió un completo kit de materiales, preparado especialmente para la ocasión, que incluía pinceles, pinturas y una plantilla de monstruo lista para ser personalizada.
A lo largo de la jornada, los pequeños artistas se sumergieron en el mundo de la imaginación, dando rienda suelta a su creatividad al pintar sus propias versiones de aterradores monstruos y seres fantásticos. La actividad estuvo acompañada de deliciosos dulces que les fueron entregados, perfectos para mantener la energía alta mientras los pequeños artistas se dedicaban a sus creaciones. Al finalizar la jornada, cada niño recibió un certificado de participación, como reconocimiento a su esfuerzo y creatividad. Además, pudieron llevarse a casa su cuadro tenebroso como recuerdo de este evento llena de magia y diversión.
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